Un artista ruso se ha vuelto famoso luego que presentara toda una galería de frutas y hortalizas talladas en forma de calaveras en señal de protesta contra una de las problemas sociales más fuertes del planeta y que parece que muchos no hacen caso.
Dimitry Tsykalov es el nombre del artista que ha puesto en marcha su plan para crear conciencia sobre las grandes cantidades de comidas que se desperdician en países desarollados y la hambruna que pasen otros. Las imágenes han sido viralizadas en las redes y con esto la obra se convirtió en una de las más sonadas además tener cientos de comentarios que dan el respaldo al artista por su buen acto.
Los productos que utiliza son todo tipo de frutas como manzanas, sandías, berengeras y hortalizas para poder formar el cráneo de los humanos mientras que para hacerlo usa una infinidad de materiales tales como taladros, cucharas, hachas, cuchillos o cualquier otro instrumento que pueda ayudarlo con el resultado final.
En esta fotografía podemos apreciar el acabado que tiene la sandía luego de estar en las manos de Tsykalov quien dice que no se apura para realizarlas ya que la oxidación de las frutas ayuda a alimentar más su trabajo puesto que lo toma como la «fugacidad de la vida».
Otro de las tantas frutas que hemos visto en forma de calavera ya que ha sido retratada por el mismo autor es de la manzana donde se puede ver más claramente la oxidación. Para poder tomar la foto utilizó una película Ektachrome y negativo de 10 por 12 centímetros.
Pero ¿Qué fue lo que llevó al artista a utilizar el símbolo de la muerte en estos elementos? En una entrevista que le hicieron hace algunos años contestó habla precisamente sobre sentido del paso del tiempo:
Las calaveras de fruta juegan con el sentido tradicional de las naturalezas muertas, son un recordatorio de la fugacidad de la vida y la inevitabilidad de la muerte.
Además de esto la entrevistadora le preguntó el por qué las apilaba y su respuesta fue mucho más contundente que hizo pensar a más de uno:
Hay una referencia a las catacumbas de los viejos tiempos y a los supermercados, donde las frutas y hortalizas son apiladas. Advierto una analogía entre cementerios y supermercados. Mis obras transmiten una crítica a la sociedad de consumo en la que cantidades enormes de comida se desperdician a diario. Comer es necesario para la vida, pero nadie sabe cuánto veneno estamos comiendo. Las calaveras de fruta tienen, en este sentido, una interpretación ecológica. Creo que el arte debe ser una manera de investigar los mecanismos de nuestra sociedad.
¿Estás de acuerdo con la posición del actor en tomar alimentos para hacer su crítica social pero que como bien dice «Se desperdician en otros países» pero está haciendo lo mismo? Escribe tu opinión en la caja de comentarios y dinos de qué otra forma también se podría tomar conciencia de esta problemática o si para que todos tomen conciencia debe retratar de esta forma cruda lo que sucede.